El título lo dice todo, la necesidad principal era conseguir un espacio diáfano con mucha personalidad y estilo. Crear ese hogar que cada uno de nosotros tiende a buscar para disfrutar esos momentos de evasión y relajación.
La reforma de la vivienda era total aunque el quebradero de cabeza estaba en la «zona de ocio» ; también llamado espacio con diferentes sectores donde se ubican: cocina, salón, comedor, recibidor y zona de trabajo. Muchas zonas para un mismo espacio ¿no creéis?. Pero no tuvimos opción, a darle al coco.
Mediante el uso de diferentes tonalidades, mobiliario y elementos decorativos, se logró diseñar un espacio polivalente para poder «ser un buen anfitrión en una velada con amigos al mismo tiempo que se organiza el trabajo semanal viendo una película». Sacamos partido a todos los rincones que disponía la estancia pero siempre buscando esa armonía que produce ese estado de bienestar y relax. Todo bien guardado en su sitio, el orden por encima de todo.
No es de extrañar que el «hogar, dulce hogar» se exhale cada vez que se entra en esta preciosa vivienda, pensada para disfrutar.
AÑO: 2014
SUPERFICIE: 90m2
CLIENTE: Particular
FOTÓGRAFO: Guille Pando
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