La vivienda tenía mucho potencial e intentamos sacarle el mayor jugo posible. Había que redistribuir la mayoría de la superficie pero llevando a cabo diseños que inspiren y produzcan emociones.
Diseñamos todos los espacios con libertad absoluta aunque adaptándonos a las necesidades de la familia. No fue nada difícil ya que sus gustos encajaban perfectamente con los nuestros y eso en el resultado se nota y mucho.
Se decidió un estilo puro, donde el blanco luciese como verdadero protagonista, que combinado con alguna pieza de mobiliario en haya y el suelo de jatoba que decidimos conservar, daban cierto aire escandinavo que nos encantaba.
Los materiales neutros y el abuso de tonalidades claras permiten que se aproveche toda esa luminosidad que recibe la vivienda, originando que las estancias sean empleadas para descansar, relajarte y disfrutar; que es al fin y al cabo de lo que se trata.
AÑO: 2014
SUPERFICIE: 130m2
CLIENTE: Particular
FOTÓGRAFO: Guille Pando
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